HOMBRES DE VERDAD_

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Estamos ante una generación que necesita con urgencia el despertar de hombres de verdad, tal y como David le aconsejó a su hijo Salomon antes de morir, "esfuérzate, y sé hombre" (1 Reyes 2:2b) ¡Sé un hombre! Maravillosas y desafiantes palabras del Rey David en su lecho de muerte a su hijo Salomón. David sabía cuáles son los elementos que constituyen el carácter de un varón conforme al corazón de Dios, de un hombre en el mejor sentido de la Palabra.

En la actualidad se ha distorsionado en sobremanera la palabra «hombre». Para algunos es sinónimo del individuo rudo y de apariencia fuerte; para otros, lamentablemente, es sinónimo de mujeriego. Y no resulta extraño encontrar personas —ya sea dentro o fuera de la iglesia— que pronuncien frases como «no hay hombres» o «los hombres son todos iguales». Evidentemente, esto refleja un deseo y un grito interno por la aparición de hombres de verdad. Y no es porque no los haya, sino porque son pocos.

Estamos convencidos de que esta «carga» por la manifestación de verdaderos hombres no es únicamente nuestra. Opino que también las féminas desean encontrar varones íntegros, seguros de sí mismo, determinados, con las cosas claras, que trasmitan seguridad. Y estoy seguro que muchos pastores desearían que los hombres de su congregación tuvieran el mismo carácter y osadía que los grandes ejemplos masculinos que encontramos en la Biblia.

Es a partir de aquí donde nace esta necesidad de formarnos, educarnos, bajo los principios y estándares que La Palabra de Dios nos enseña para poder comportarnos y vivir una hombría al máximo, y que nuestro mayor anhelo sea agradar a Dios en todo con nuestro comportamiento y estilo de vida. 

Si hasta aquí sigues leyéndonos, no has llegado aquí por casualidad, te invitamos a que te unas con nosotros una vez al mes para aprender juntos, crecer y saber cual es la manera mas eficaz de llevar nuestro liderazgo como hombres en el hogar, en el trabajo, en nuestra sociedad, de manera personal, y con nuestra familia.